viernes, 6 de marzo de 2020

Notas de interés 2

Saludos otra vez, de nuevo estoy aquí, una vez más con esta sección de notas de interés pero con el extra de... Razones para no leer mi fic... jaja si ya sé, yo misma me hago mala publicidad pero así es esto y pues comenzamos.
Notas de Interés + 2
¿Por qué rayos Aioria hizo lo que hizo?
Porque es joven, es humano... y todos cometemos estupideces... y de verdad ¡¡¡me dolió tener que escribir algo así!!! Aioria es mi caballero favorito de todo Saint Seiya... lo mega adoro, fue terrible tener que escribir haciéndolo hacer estas cosas y engañando a Shaka, aunque no sean pareja ni nada, pero es traición directa a su amistad.
La conversación de Milo y Shaka:
No, Shaka no tiene pensamientos depresivos y mucho menos es por Aioria... La realidad es que aquí paso justamente lo que en varias ocasiones les he comentado; los personajes son quienes deciden el rumbo de la historia. Aquí mi intención era que Shaka le preguntara a Milo si él creía que había hecho algo incorrecto con Aioria, y Milo lo animaría diciéndole que no, y que le diera tiempo para que volvieran a hablar como antes y ya... pero una frase me cambio todo... y lo alargo.
"Ser un humano, es muy extraño todavía."
Estas palabras de Shaka hicieron que la plática tomara otro rumbo diferente y se mostrara más de sus pensamientos y dudas de la vida.
Mientras que la mayoría puede tomarse el haber revivido como un "premio" en recompensa a su valor y a gozar la fiesta... Shaka no es alguien que pensaría de modo tan "mundano", y en base a sus creencias budistas, a su conocimiento del cosmos y el universo, Shaka sabe que todo ocurre por algo, cada acción tiene una consecuencia y un motivo de ser. Por eso muchas veces piensa que si él ya había alcanzado la iluminación, ya no debería estar vivo, y si lo esta debe ser por algo que aun no comprende, y no poseer su cosmos como antes le hace el trabajo más difícil.
¿Qué significan las palabras de Shaka entonces?
La explicación es larga y algo confusa, pero intentando resumir... Todos los seres humanos reencarnamos siempre con una misión y un aprendizaje que cumplir; y con misión no me refiero nada mas a ser un súper héroe o un medico que descubre una cura para algún mal... pueden ser cosas tan sencillas como a amar, valorarnos a nosotros mismos, a ser compasivos, a escuchar, entender, perder miedos, vivir en pobreza o enfermedad también significa aprendizaje y etc... mientras vivimos generamos karma y dharma y cuando volvemos a reencarnar llevamos ese karma y forma parte de lo que debemos aprender y corregir... lógicamente no recordamos quienes fuimos en otra vida y no se nos puede decir cuál es nuestra misión tan fácilmente; tenemos que entrar a ese camino de aprendizaje para descubrirlo por nosotros mismos... sin embargo muchas veces las personas crecen y mueren sin haber entendido su misión o sin poder cumplirla, en este caso cuando vuelva a reencarnar tendrá otra oportunidad de hacerlo. Al final cuando nuestro ciclo ha sido cumplido y todo lo que teníamos que hacer en vida ha sido entendido y realizado, ya no tenemos que volver a nacer en este mundo y nuestra alma va a otro plano.
Ok, y ¿esto que tiene que ver con la historia? Entre las personas que han logrado esto, son Buda y, los monjes que llegan al nivel de arhat y los maestros ascendidos. Shaka se supone que es un buda, es decir un "iluminado", dentro de la historia original se da a entender que Shaka ya hizo y aprendió todo lo que tenía que hacer y en teoría ya no habría motivo para que viviera, su alma ya estaría en el Nirvana, (tal como se menciona en Next Dimensión cuando se enfrenta a Shijima) es por eso que Shaka se pregunta ¿Por qué está vivo?, ¿en qué fallo?, ¿Qué debe aprender?... Aquí siguiendo la lógica me la puse difícil y le tuve que buscar solución coherente... la cual no se las diré por ahora pero si la adivinan póngala en comentarios.
Cambio de personalidades: Este punto va en particular por Shaka y quizás alguno que otro personaje que dentro de la historia no tiene cosmos, o como Aioros que no sabe ni que hacer de su vida si su mente se quedo de 15 años en un cuerpo de un hombre de 33 (según mi historia)... esto no significa que van a ser tontos, dejados, ingenuos, débiles o incompetentes y van a ser solo la victima que va a sufrir todo el tiempo; NO, esto es únicamente lo que tienen que pasar para adaptase a la etapa que están viviendo; Milo, Aioria y Shura pasan por lo mismo, únicamente son diferentes personalidades y diferente modo de adaptarse... son cosas que a todos nos pasan en la vida real por algún motivo como cambio de ciudad, escuela o trabajo, perder una familia o ser amado etc. Las circunstancias son las que nos hacen madurar y cambiar para sacar el verdadero carácter.
¿No que no escribías hetero? Pues no, no lo hago, lo que paso en el capitulo dos ¡fue un lapsus brutus para mí! En verdad la situación se dio sola, no pensaba ni siquiera que todo entre Aioria y Alena pasara tan rápido, de hecho pensé que primero pasaría algo entre Aioria y Shaka... aun así como verán no escribí nada demasiado gráfico, sino la que se iba a traumatizar soy yo, y se los deje a su imaginación... Y juraría que no volverá a pasar pero los personajes me la juegan chueca y son capaces de llegar a la situación donde algo así vuelva a pasar y hasta peor.
La relación de Sorrento y Julián: Juro que si alguien sale con la idea de que "es que lo protege por amor" o "es que lo que necesita Julián es en contentarlo en la cama" o jaladas así... en primera me picare los ojos como Shiryu (versión Netflix)... y en segunda... me indignare sino se dan cuenta que eso es un error y lo de Julián no es amor... creo que a estas alturas de la vida uno no debería explicar porque... y en el caso de la historia, Sorrento debe pensar muy bien qué hacer y cómo proteger a su dios, estando dormido en el cuerpo de alguien con quien lleva una relación emocionalmente dependiente de parte de Julián.
Razones para NO leer mi fic.
Estas pueden ser muchas, como la trama, que no hay peleas, ni dramas escolares, ni embarazos, ni es temática omegaverse, no hay vampiros, ni sexo rápido cada dos por tres... y quizás muchas más, pero entre esas se me ocurrió escribir esta lista en base a lo que me he dado cuenta en comentarios tanto aquí como en el fandom en general en distintas paginas, y no referente a mi historia sino a la percepción de las parejas en general y lo que comúnmente esperan encontrar al entrar a buscar algo para leer, así que bueno ahí va...
Afeminar la personalidad de los personajes: Me di cuenta que tienden a hacerlo mucho y aunque intento no generalizar; tanto en fics como en comentarios en paginas varias lo hacen... y ok si... será por "entrarle al mame" o de demostrar que así quieren al personaje (¿?) de acuerdo, cada quien sus modos de demostrar amor, pero creo que hay un límite y que esperen que en todos lados se comporten como mujeres solo por su apariencia (Afrodita, Shaka, Mu y Camus) y tengan reacciones de mujeres celosas... olvídenlo, aquí no va a pasar... si de por si miran feo al fandom femenino por shippear todo lo que se mueva... aunque también creo que es exagerar que muchos otros fans crean que todas las fans del yaoi somos así... y de las fans del yaoi que a fuerzas los hacen femeninos... si esperan leer (por ejemplo) a Afrodita pintándose las uñas o comprando kilos de maquillaje... olvídenlo, no lo haré y aquí eso no va a pasar...
Relaciones obsesivas y enfermizas: Ok esta va para las que somos fans del MiloxCamus y es que ahí sí creo que modifican al límite muchas veces sus personalidades, y está bien si así les entretiene y gusta visualizarlos... cada quien... pero en mi caso no lo haré. Así que para quien haya leído el capitulo 1 completo (espero si lo haya hecho) habrá notado que Milo no está empecinado con ir a ver a "su cubito" ni esta todo el tiempo encima de él; de hecho mantiene cierta distancia con Camus y no se mete en sus asuntos, y esto no significa que no sienta nada por él, pero a mi consideración, tantos años de conocerse y haber pasado tantas cosas y "traiciones" bueno, uno tiene derecho a replantearse si dicha relación existe o es solo unileral o si va a funcionar o no en un futuro; y como ya dije, yo solo pongo las cartas sobre la mesa y los personajes y la historia toma su curso sola. Pudiera ser que Milo definitivamente olvide a Camus y se fije en alguien más, o lo siga queriendo y busque mejorar su relación, ya sea amistosa o amorosa... si es que existe.
Igual Camus, no va a tomar conductas celosas y contradictorias diciendo una cosa y haciendo otra; no va a congelar a Milo como castigo o solo porque si... y si... va a ver, una y muchas veces más a Shoko al lado de Milo y no va armar escenas de mujer celosa; él va a ser mas como realmente es en la historia clásica, y de igual modo eso no significa que no quiera a o aprecie a Milo... pero sin duda tendrían muchas cosas que aclarar entre ellos.
No hay situaciones cliché: Aparte de lo antes mencionado de las personalidades y actitudes de los personajes, también esto incluye ciertas situaciones donde por arte de magia algún conflicto se resuelve y ya todo es felicidad; las cosas no pasaran solo porque si, todo será coherente y con lógica, así que... o se resuelven o quedan peor.
Escribes demasiado: Si, y como habrán notado, me paso de largo, quizás exagero o quizás no, pero supongo que eso puede cansar a muchos y decir "ay no para que leo tanto y no pasa nada bueno"... así es la vida y no puedo evitarlo, ya lo intente muchas veces y simplemente no puedo acortarlo porque siempre siento que hay detalles que contar y me aburren las tramas simples que tan solo con comenzar a leer ya adivinas como acabara todo.
Y bueno hasta aquí dejo mis razones por las cuales no debes leer mi fic... igual si se les ocurren más, díganme y las comentamos... y pues a todos aquellos que leyeron esta lista y aun así seguirán leyendo, pues millones de gracias, no sé ni cuantos capítulos irán a ser pero se los agradezco y espero me acompañen hasta el final... y a todas aquellas personas que ahora si acabe por quitarles las ganas de leer... bueno, se agradece igual porque el internet es inmenso, seguro encuentran algo de su agrado... y los leo en sus comentarios (si es que los hacen porque luego nadie comenta para acabarla de amolar) XD ahora si... hasta la otra.

Bajo las leyes del universo + Cap. 2 + Parte 3

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Cabo Sunión
El mar está en calma, el día es soleado y hay escasa gente en el lugar... es raro encontrar incluso pobladores pescando en la zona. A las orillas de la colina están las ruinas de templo de Poseidón, sitio que alguna vez fue usado en la antigüedad como mirador y avisar sobre la aproximación de barcos a Atenas; abajo se encuentra la prisión donde eran encarcelados todos aquellos que eran considerados traidores, criminales, enemigos y prisioneros de guerra... es parte del panorama, nadie se acerca a ahí, la gente del lugar ni siquiera la toma en cuenta, no les interesa; para ellos las rejas están cerradas, oxidas, casi solidificadas como piedra en su base por el oxido que ha crecido a su alrededor... nadie puede entrar... o eso es lo que la mayoría de la gente cree; porque alguien ha atravesado los barrotes y a ingresado hasta la cueva oculta en su interior y a llegado a las ruinas de otro templo... un templo submarino.
Alguna vez vistió unas elegantes y poderosas scales como general marino, en cambio ahora usaba un moderno traje de neopreno negro de buceo, aunque no llevaba el tanque de oxigeno porque le era estorboso y no lo necesitaba, sus grandes ojos de un tono rosado miran a su alrededor tratando de recordar que lugar, que templos y que pilares se encontraban en cada punto donde ahora solo había ruinas.
Sorrento había regresado al que alguna vez considero su hogar.
-Han pasado ya 2 años desde la última vez.- Murmura para sí mismo el joven ex general marino; ha ido solo a las ruinas del templo submarino de su señor Poseidón.
El lugar en efecto son solo desoladores escombros, después de la pelea contra los santos de bronce y la destrucción de los 7pilares, el templo se inundo y los cuerpos de sus compañeros vencidos se perdieron... jamás creyó poder volver a acceder al templo, pero ahí estaba... movido por la curiosidad, por un presentimiento que rondaba por su mente desde hacía meses, cuando una noche durante una cena, Julián Solo siendo poseído por unos instantes por el espíritu del dios de los mares le dijo:
El está aquí, ha vuelto, vive... las escamas que una vez fueron portadas por mis generales duermen, excepto dos... están vivas y vibran discordantes, quizás es una alerta, un llamado de que algo se aproxima... Sorrento debes ir a mi templo y descubrir la verdad, averigua el motivo por el que él ha vuelto, no podemos permitir que otra guerra amenace la tierra en esos momentos cuando los ejecitos de los dioses están indefensos... debes descubrir cuáles son sus intenciones, y si es un amigo o enemigo.
Y después de esas palabras, Poseidón volvió a desaparecer, dejando libre la mente de Julián para continuar la cena como si no hubiese pasado nada... sin embargo desde esa noche Sorrento estaba tan inquieto que apenas y podía dormir temiendo lo peor, y él como único marina al cuidado de su señor, difícilmente podía hacer algo si iniciara otra guerra, además si "él"... si ese "traidor" planeaba algo, ¿sería capaz de enfrentarlo?... nunca considero la idea de volver a verlo y sin embargo... aun recordaba perfectamente esos años en los que fue su comandante y ese profundo respeto y admiración que siempre sintió por él... después de saber sus planes y su traición lo odio pero, al saber que tiempo después había luchado como un santo de Athena y murió... supo que había encontrado el perdón de la diosa. Sin embargo ahora que Poseidón le había advertido que estaba vivo nuevamente, debía saber cuáles eran sus intenciones, y tendría que hacerlo solo sin alterar la paz de Julián y quizás ocultarle la verdad.
Finalmente había llegado a las ruinas del templo principal y entro hasta el salón donde efectivamente ya estaban reunidas nuevamente las scales, dormidas como su señor le había dicho, esperando pacientemente el pasar de los años hasta que los siguientes generales fuera elegidos.
Llego hasta su armadura, y puso la mano sobre ella, y si efectivamente se sentía viva, vibrante y... ¿ansiosa?, ¿inquieta?, ¿feliz?, no estaba seguro que la descripción fuera la correcta, pero esa sensación tenia al tocarla, suponía que era porque su conexión aun estaba latente y volvían a encontrarse.
Pero entonces su mirada se dirigió hacia la que se encontraba al centro, la de Poseidón... no percibía un cosmos en particular como en la suya pero, extrañamente se sentía observado por ella, como si analizara cada movimiento, y era intimidante... no pudo evitarlo y aparto la mirada, siendo atrapada de inmediato por la que era su objetivo principal desde que llego... la scale de dragón marino que brillaba como si a apropósito intentara llamar su tención, que olvidara las demás, que olvidara la mirada penetrante de la máscara de la armadura de Poseidón y solo se enfocara en ella... y así lo hizo.
Sorrento se acerco lentamente, se mordió los labios antes de acercar su mano y ni siquiera la había tocado todavía cuando un calor abrazador atrapo su mano, su brazo y todo su cuerpo...no le quemaba pero sentía como lo recorría por dentro, sus piernas temblaban, ese calor era como un par de brazos que lo tenían atapado, que recorrían su espalda, que le hacían cerrar los ojos al pasar por su pecho y el cuello hasta llegar a sus orejas finalmente haciéndole estremecer, suspirar... casi, gemir.
-¡Ah!...- De golpe reacciono y en su intento de alejase acaba cayendo de espaldas al piso. –No... no puede ser...- Estaba de sobra sorprendido, él había ¿gemido?, ¿Por qué?. –Eh... es una locura, debe ser una broma.- Mira la scale de dragón marino. -¡¿Qué intentas hacer?!, se que estás vivo ¡y no vas a engañarme!.- El cosmos en la armadura se desvaneció de pronto y el lugar quedo en silencio absoluto... vacio... pero Sorrento se sentía incomodo, la fuerte sensación que acababa de sentir aun le recorría todo el cuerpo, y la máscara de la armadura de Poseidón aun parecía observarle como si le juzgara haciéndole sentir tan avergonzado; que como pudo se puso de pie y echo a correr fuera del lugar, sin detenerse hasta llegar a la cueva que servía de puerta con el mundo exterior.
Salió del santuario submarino y nado hasta llega a la superficie asustando a un par de hombres que descansaban en un vieja embarcación y al ver sorprendidos como un joven hermoso, parecido a una sirena salía "de la nada" y se alejaba a toda prisa hasta la orilla.
Al llegar corrió hacia unas rocas donde había escondido una mochila con su ropa, pero para su sorpresa alguien ya lo esperaba.
-¿Buscas esto?.- Le dice con su mochila entre las manos.
-Ah... señor Julián.-
Si, ahí estaba Julián Solo, vestido con un pantalón blanco y una playera casual tipo polo, sombrero y lentes oscuros sosteniendo su mochila... lo había encontrado... como siempre.
-Tengo una junta en una hora.- Le lanza su mochila. –Vámonos, la limosina espera.-
-Si...- Y hasta ahí terminaba su pequeña escapada.
A Sorreto no le dio tiempo siquiera de cambiarse, Julián simplemente le insistió que entrara teniendo ya preparada una gruesa toalla sobre el asiento y una bata de baño para que se la pusiera antes de entrar y así poder iniciar el viaje de regreso a la casa de verano de los Solo.
El día era hermoso, ciertamente dejando de lado su pequeña investigación, a Sorrento le hubiese gustado caminar mas por la ciudad, en vez de estar sentado ahí en esa inmaculada limosina blanca, de asientos de piel... se sentía algo casado de todo eso.
-¿En que estas pensado otra vez?- Le pregunta Julián retirándose sus lentes de sol.
-Nada importante.- Sorrento no pensaba decirle nada al respecto pero sabía que Julián no era de los que se conformaba con una respuesta así de simple. –Es que...- Suspira. –Estabas ocupado trabajando, no debiste molestarte en venir a buscarme.-
-Uhmm.- Sonríe. –Tenía que hacerlo, sabes que me preocupo por ti sino me dejas un mensaje por lo menos con alguno de los sirvientes.-
-Ah sí, lo olvide, creo que me entusiasme mucho con la idea de nadar un rato.-
-¿Nadar en el mar cuando en casa tenemos una alberca techada?.-
-Si...- A veces odiaba estar en casa. –Después de tanto viajar por el mundo, ¿venir a Grecia y no visitar la playa?, solo creí que era una buena oportunidad.-
-¿Y querías nadar?.-
-Si...-
-¿Justo en Cabo Sunión?- Se cruza de brazos.
-Si...- ¿Julián ya sospecharía algo?, ¿Qué haría si lo había descubierto?. –A nadie le importa mucho como punto turístico, no hay gente bulliciosa, y solo pescadores locales.-
-Casi como una playa privada.- Agrega Julián.
-Pues... si.- Realmente Sorrento esperaba que no sospechara nada.
-Jajaja.- Pero para su sorpresa Julian acaba riendo. –Debiste quedarte en casa si lo que querías era privacidad, sabes que ahí nadie puede molestarte y tienes todas las comodidades que puedas desear.-
-Ahh, si lo sé, lo sé... pero tenía ganas de caminar y no ver a nadie, ni a los sirvientes, sé que me puedes dar todo pero...- Suspira largamente. -¿Qué hay de malo en salir a la calle como cualquier otra persona?-
-Que no eres cualquier persona, eres la pareja de Julián Solo y ya conoces los peligros.-
-Mmm.-Se encoje de hombros. –Lo sé... reporteros y fotógrafos paparazzi, pero he tenido cuidado, no había nadie en la zona, además vine por mis propios medios para no llamar la atención... habría sido más evidente salir en limosina.- Eso y hacer uso de su cosmos para esconderse y moverse a la velocidad de la luz.
-No hay discusión Sorrento, no permitiré que te arriesgues.- Le mira seriamente, pero casi de inmediato sonríe. –Además no te olvides que vinimos a Grecia porque tú me lo pediste y por cuestiones de trabajo, no deberías pensar en salir.-
-No lo he olvidado.-
-Me alegro, porque ya tengo fecha para tu recital.-
-Oh... ya veo.- No estaba nada emocionado.
-Pensé que la noticia te alegraría mas, no pareces muy contento.-
-Sabes que me gusta realizar eventos y conciertos de beneficencia, pero...- Mira por la ventana quedándose en silencio.
No sabía qué hacer ni que pensar, comprendía la necesidad de Julián por ayudar y remediar lo que había causado cuando fue dominado por Poseidón; pero desde la perspectiva de Sorrento ya había cumplido por mucho esa meta, y no era tan necesario viajar tanto por todo el mundo sin descanso, rodeado de inversionistas y trabajo con juntas interminables... donde Sorrento no podía asistir, y no quedaba más que "disfrutar de la buena vida" en las residencias Solo, y únicamente se hacía presente cuando Julián lo solicitaba y mostrarles a sus inversionistas "su más grande tesoro", seguido de algún plan para un recital privado para la alta sociedad.
Ser considerado por Julián como un "tesoro" le parecía al principio algo agradable, tenían la misma edad, eran amigos y tenían los mismos objetivos en mente, se entendían perfectamente... hasta que se dio cuenta que para los demás solo era visto como su amante... "el amante de Julián Solo" y poco a poco comenzaron a ser perseguidos por paparazis y reporteros que buscaban sacar alguna información sobre su "relación" al punto de inventar rumores y notas falsas ya que no obtenían nada más.
Sorrento creyó poder vivir con eso, y así era al principio; hasta que Julián comenzó a tomase más en serio eso de ser amantes, volviéndose más cariñoso y protector, quería saber donde se encontraba y que estuviera siempre a su alcance, tal y como un "tesoro". Era un fastidio solo permanecer en casa, por mas comodidades que tuviera, sentía que ya ni siquiera recordaba como era el mundo... además con la advertencia de Poseidón sobre el regreso a la vida de Kanon, tenía que estar más atento a lo que ocurriera e investigar por cuenta propia... pero Julián lo ponía en una situación muy difícil.
-Desearía estar en casa...- Murmura Sorrento inconscientemente.
-¿En casa?... ¿a cuál de todas te refieres?.- Julian sabía que Sorrento estaba distante hacia días y quería saber la razón para solucionarlo, le importaba demasiado hacerlo feliz. –Tu hogar es el mundo, a donde quiera que vayamos, es nuestro hogar, o a caso ¿hay algún sitio en el que te hayas sentido mal recibido?.-
-Austria... quiero volver a Austria.- Lo mira seriamente, no quería bromas ni nada de eso de "donde quiera que vayamos es nuestro hogar", porque ya tenía tiempo de no sentirse cómodo en ninguna parte.
-Comprendo, pero si hablas de unas vacaciones por ahora nos es imposible, aun tenemos organizaciones benéficas que visitar en diferentes partes del mundo y pensaba que iniciáramos el próximo mes con visitas a Egipto y de ahí al continente africano, ¿te imaginas dar un recital en las pirámides de Egipto?, seria impresionante.- Julián le hablaba totalmente emocionado como siempre. -Tendré eso organizado a mas tardar a finales de mes y nos iremos a...-
-Quiero ir solo.- Sorrento dice firmemente.
-¿Qué?.- Y la mirada con el seño fruncido de Julián le dejaba en claro que convencerlo sería casi un milagro de los dioses.
-Dije, quiero ir solo.- Si quería convencerlo de que aceptara, tendría que ser más firme.
-Sorrento, eso no tiene sentido...-
-Entonces ¿tiene más sentido que siempre tenga que permanecer encerrado en alguna de tus inmensas mansiones?-
-Jamás te había molestado vivir rodeado de comodidades, no esperarías que mi más grande tesoro se alojara en un hotel donde no serian capaces de atenderte adecuadamente.-
-Basta, ¡no soy una cosa!, no me gusta que te refieras a mí como un "tesoro", ni me gusta que me trates de esa manera; como si no pudiera cuidar de mi mismo, no soy un objeto de porcelana tampoco.- Perfecto ya le había gritado una vez y aun así se contenía de decirle un par de cosas más, pero sabía que eso era suficiente, para ya sea hacerlo entrar en razón o empeorar más las cosas.
-En verdad estas muy inconforme...- Pero para sorpresa de Sorrento, Julián únicamente desvío la mirada hacia la ventana. –Pero aun espero entres en razón y comprendas que no puedo arriesgarme a que alguien te lastime porque eres mi...- Suspira. –Tú sabes bien cuanto me importas.-
-Julián, siempre te estaré agradecido por permitirme viajar a tu lado pero, necesito respirar un poco de todo esto.-
-¿Esto?, ¿acaso no te he dado lo mejor?, todo lo que el dinero pueda comprar, y todo lo que tu corazón pueda desear...- Y sin más, se levanta de su lugar para sentarse a un lado de Sorrento quien de la sorpresa retrocede un poco.
-Espera... ¿Qué haces?- Le dice entre sorprendido y molesto cuando Julián le toma la mano.
-Quiero que me digas que es lo que deseas que haga por ti y te lo daré.- Se cerca aun mas casi hasta rozar sus labios.-
-Julián, ya te lo he dicho...- Intenta retroceder, topando con la ventanilla.
-Todo excepto alejarme de ti... no me arriesgare a perderte.- Y elimina la distancia entre ellos besado a Sorrento, primero presionando sus labios y al no obtener mucha respuesta, empieza a hacerlo con ansiedad; intenta hacer que abra la boca, terminando por ser un beso completamente desordenado y sin sabor alguno... hasta que Sorrento finalmente logra separarse, aun luchando contra sí mismo por no ser busco o grosero... pero ya era demasiado.
-Si es así, entonces lo que más deseo, el grandioso Julián Solo no puede dármelo.-
-Disculpe señor.- Habla el chofer. –Ya hemos llegado.-
Y solo eso necesito escuchar Sorrento para bajar inmediatamente de la limosina, si ya estaba en la residencia, bien... entonces no quería saber nada mas del asunto y volvería a su "caja de cristal".
-¡Sorrento!- Julián intenta seguirlo pero de inmediato es detenido por uno de los guardaespaldas de la residencia.
-Señor Solo, por favor tenga cuidado, se me informo que había fotógrafos en la zona aunque logramos detener a uno que logro tomar fotografías cuando el joven Sorrento salió hace unas horas.-
-¿Cómo puede ser que un simple fotógrafo supiera cuando Sorrento salía y ninguno de ustedes se diera cuenta hasta que yo volví?- Julián mira al hombre visiblemente enfadado.
-Lo... lo sentimos señor, de verdad estuvimos presentes en la entrada todo el tiempo y en el jardín, no sabemos cómo pudo salir, a menos que saltara desde el balcón de su habitación, pero eso es imposible para cualquier persona sin salir herido.-
Para cualquiera, pero no para un santo o... general marino... y eso hacía dudar a Julián.
-Está bien, ya sabe qué hacer, saquen a todos los fotógrafos y reporteros de la zona y doblen la seguridad fuera y dentro de la casa.-
-Como usted desee señor.- Le dice su jefe de seguridad antes de retirarse y cumplir la orden.
Julián por su parte entra a la lujosa residencia para dirigirse directamente a las escaleras y subir hasta la planta alta y llegar a la habitación de Sorrento, pero al intenta entrar, este ya tenía la puerta cerrada por dentro.
-Sorrento aun no hemos terminado de hablar, será mejor que abras ahora mismo.- Exigía Julián desde afuera de la habitación.
Pero Sorrento no tenía intenciones de abrir, necesitaba estar solo ahora, bueno más solo que de costumbre. Si Julián quería entrar que fuera a buscar quien le abriera la puerta; lo creía muy capaz de hacerlo.
-Señor.- Llega uno de los ayudantes personales de Julián. –Lamento interrumpir, pero permíteme recordarle que la siguiente junta será en media hora, debemos partir cuanto antes para llegar a tiempo.-
-Comprendo, iré enseguida.- Suspira frustrado, ya que al parecer tendría que dejar la discusión para después.- Ya que no piensas abrir y yo tengo que volver a trabajar, dejaremos esto para más tarde, pero te informo que alguien descubrió a un fotógrafo que se dio cuenta de tu pequeña salida.-
-¿Alguien se dio cuenta?- Sorrento susurra para sí mismo. –Maldición con los paparazis, de verdad cada vez son más insistentes.-
-Se que estas escuchándome.- Julián vuelve a insistir desde afuera. –Así que continuare y te diré que todo el equipo de seguridad está ampliamente sorprendido de que hayas salido sin ser advertido, mi jefe de seguridad considera que la única opción sería que tu, hubieras saltado por la ventana.-
-Demonios...- Sorrento se cubrió la boca para no gritar, pero sin duda estaba también muy molesto ahora... y preocupado de que alguien hubiera visto que él no era precisamente un humano normal.
-No diré más al respecto pero te recuerdo que acordamos vivir una vida feliz juntos sin hacer uso alguno del cosmos o ningún tipo de técnica y mucho menos por cuestiones personales.- Espero unos segundos para obtener respuesta pero al no tenerla Julián simplemente decide retirarse por el momento, su trabajo le esperaba.
"Acordamos"... pero ¿en qué momento? Cierto, en realidad eso Julián lo había decidido por ambos, pero alguien debería recordarle que Poseidón siendo un dios era capaz de despertar cuando le viniera en gana si era necesario, y ante eso Julián no podía hacer nada. Si, Sorrento ya había considerado desde el principio decirle a Julián sobre la advertencia que Poseidón le había hecho, pero, lo conocia demasiado bien; eso solo lo altearía, lo pondría nervioso e inseguro de que el dios dentro de él despertara de nuevo y desatara una catástrofe... Sorrento sabía que Julián no era mala persona y siempre intentaba hacer lo mejor, pero era inseguro, inestable y dependiente emocionalmente... Sorrento sabía que Julián seguía siendo un joven que creció consentido y caprichoso de hacer a como diera lugar su voluntad.
Sorrento camino por su enorme habitación hasta cruzar una puerta y llegar a su estudio personal, ahí tenía una gran colección de flautas, junto con la más preciada de todas, la primera y la que había usado mientras era general marino, también estaba ahí, guardada en una caja de madera dentro de una vitrina, un par de violines, y un hermoso piano negro y brillante, todos regalos de su generoso "amante"... si, vivir ahí era como un cuento que muchos desearían; menos para él. Su mente estaba siempre distante, perdida en otra parte, su vida era tan monótona... e irónicamente la advertencia de Poseidón le había devuelto el interés, el ánimo, la necesidad para sentirse realmente útil y parte de algo... esta vez no había descubierto mucho y había fallado, pero aun tenía una misión que cumplir y lo haría así Julián quisiera o no... ya encontraría la manera.

Bajo las leyes del universo + Cap. 2 + Parte 2

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1 mes después...
Ya ha amanecido en Atenas, las calles tienen su acostumbrada y pacifica actividad, estudiantes camino a la escuela, hombres y mujeres camino a sus trabajos y mujeres mayores haciendo sus compras cotidianas en el mercado local, gente y camionetas llegan al puerto en espera de los pescadores con sus primeros cargamentos del día mientras otros parten.
Cerca de ahí, se encuentra un conjunto de habitacional de reciente construcción, típicas casas pequeñas apropiadas para uno o dos habitantes, pero de aspecto lujoso, con jardines perfectamente cuidados y flores recién plantadas. En una de esas casas reina el silencio... silencio que solo se interrumpe con el canto de los pájaros que revolotean fuera de la habitación principal, como si le dijeran a uno de sus ocupantes que era momento de despertar.
Se remueve entre las sabanas y se gira para ver la hora en el reloj de la cómoda que marca las 8:35 am; suspira y se sienta mientras se pasa la mano por la cabeza sacudiendo su cabello castaño, mira hacia la cama donde una larga cabellera pelirrroja se esparce sobre las sabanas que apenas cubren su desnudez.
Aioria se levanta finalmente tratando de hacer el menor ruido posible al recoger su ropa, dejándola sobre la cama para después entrar al baño y lavarse la cara para despejarse un poco... se siente bien, esta relajado, se siente feliz y puede verlo en su rostro, en su cuello ahora lleva un anillo sencillo únicamente con el nombre de Αλένα (Alena) escrito en el, colgando de una cadena de plata, no sabría cómo explicarlo pero se siente orgulloso de llevarlo en todo momento y pasear libremente por la ciudad tomados del brazo... aunque luego recuerda que debe regresar al santuario y sabe que debe esconder la cadena con el anillo; no le gusta la idea de ocultar a Alena, quisiera que todos la conocieran, pero a la vez sabe que eso es imposible por las reglas impuestas por Athena a cambio de devolverles la vida.
Regresa a la habitación y se sienta a la orilla de la cama para vestirse en completo silencio, mira una vez más el reloj y están por dar las 9.00 am, ya debe partir porque lo están esperando, pero entonces algo llama su atención en el piso... es la bufanda de seda negra... la levanta y una sutil sonrisa se asoma en sus labios sin darse cuenta, la mira y siente... ¿nostalgia?... no quizás no era eso pero aun cuando ha sonreído le invade de pronto un enorme sentimiento de soledad y tristeza que no comprende.
Camina hasta el taburete frente al tocador mientras dobla cuidadosamente la fina pieza de seda y sin pensarlo la acerca a su rostro.
-Shaka...- Aspira profundamente intentado percibir ese maravilloso aroma a incienso, pero... -Oh ... ugh.- Está a punto de estornudar pero se resiste, el aroma a incienso que esperaba encontrar sé a desvanecido por completo, siendo reemplazado por el olor a algún perfume de Alena, que ni idea tiene cual sea; tiene tantos en el tocador y todos caros, un par de ellos se los compro él mismo ante su insistencia... tristemente Aioria no tenía buen olfato para ellos... todos le parecían demasiado intensos y después de un rato le olían exactamente igual, o simplemente su nariz se congestionaba y se negaba a percibir cualquier aroma por largo rato.
-Uhmmm...- Alena se gira en la cama para acomodarse y Aioria sabe que tiene que irse, porque de lo contrario sabe que si ella despierta, no se sentirá capaz de irse y en el santuario no debían notar tanto su ausencia... aunque no a muchos les importaría si estaban ocupados en sus propios asuntos... o eso suponía.
Finalmente deja la bufanda perfectamente doblada en el taburete, la mira una vez más rozándola con sus dedos, sabe que ya no puede llevársela con él, ya no le pertenece, así como el anillo que él llevaba en el cuello ya no era de Alena.
"Es una promesa de volver a vernos".
No espero más tiempo y salió deprisa de la casa cerrando la puerta principal y después caminar por la calle hasta la avenida principal en dirección al mirador que da al puerto donde ya lo esperan.
-¡Hey Milo!- Le grita a unos metros de distancia y levantando la mano.
-Uhmm llegas tarde.- Le responde secamente mientras bebe de un vaso de café.
-Ay si lo siento, tarde en despertar.- Se recarga de espaldas al barandal del mirador. –Vamos hermano, no me tarde tanto.- Lo mira sonriente intentando bromear como te costumbre, pero Milo solo continua viendo hacia el mar y al horizonte. -¿o sí?.-
-No, tres horas nada mas.- Responde sin mirarlo dándole el último trago a su café antes de lanzar el vaso vacio a un bote cercano. –Una hora menos que ayer.-
-Ah, bueno si me tarde un poco, prometo ya no hacerlo ¿está bien?.-
-Sí, claro...- Milo no le creía ni media palabra, sabía la verdad, sabia a donde iba, con quien, y a que iba... y no le gustaba la situación. No era como si antes los dos no hubiesen tenido aventuras de una noche, de hecho llegaba a ser habitual, solo que esta vez, Aioria ya llevaba un mes involucrado con la misma chica; y quizás no sería tan malo si Aioria no saliera del santuario con la excusa de trabajar, para dejar todo botado en cuanto Alena cruzara las puertas del local y Milo tuviera que hacer el trabajo de ambos. -Ya vámonos que necesito dormir.-
Aunque honestamente, había otra cosa que a Milo le molestaba...
-¿No hay café para mi bichito?-
-Ahí esta...- Le señala un vaso colocado justo en la orilla del barandal como a 2 metros de distancia de ellos.
-Ah, gracias.- Aioria lo toma extrañado por la actitud de Milo, pero supone es por el sueño. –Ugh, esta frio...-
-Estaba caliente hace tres horas.- Le da la espalda y comienza a caminar despacio aun dándole tiempo para alcanzarlo, aunque de todos modos ya no le quedaban muchas fuerzas.
El regreso al santuario fue silencioso, no valía la pena intentar hacer plática, ninguno de los dos tenía ganas de hablar ni deseos de intentarlo así fuera solo por amabilidad.
Cuando finalmente llegaron subieron las escaleras de las doce casas donde no encontraron a nadie en las primeras cuatro, llegaron a Leo sin detenerse y cuando Milo estaba por bajar las escaleras de salida...
-Eh, Milo.- Finalmente se había atrevido a hablarle haciendo que volteara a verle por primera vez desde que se encontraron hace una hora. –Yo, me quedare, gracias por acompañarme.-
-¿Uhm?.- Levanta una ceja. –Creí que...- Suspira molesto. -¿No vas a subir a ver a Shaka?.-
-Si claro, lo hare más tarde... la verdad si estoy algo cansado.- Ni siquiera se había atrevido a cruzar la salida de su templo. –Estoy desarreglado y tengo hambre, es más, creo que debería darme un baño primero...-
Excusas, todo eran solo excusas... esa era precisamente la otra cosa que enfadaba a Milo. Que desde que Aioria había iniciado esa relación con Alena, ya no visitaba a Shaka, ni siquiera para darle los buenos días como solía hacer siempre... ¿no se suponía que eran muy buenos "amigos"?, si era así ¿Por qué no se atrevía a verlo?... "iré después"... era mentira, Milo sabía perfectamente que desde aquella noche no habían vuelto a verse, y al día siguiente cuando Aioria no volvió, aun cuando Shaka estaba preocupado, nunca lo demostró, pero Milo podía asegurar que ahora podía ver los cambios de ánimo de Shaka, cosa que hace años habría sido imposible siquiera adivinar... Milo se daba cuenta, lo sentía tan, vivo... tan humano.
Y se sentía mal, culpable de que él sabía la verdad y no pudiera decirle nada, en primera porque se suponía no era su asunto, en segunda porque Aioria le pidió que no dijera nada hasta que él lo hiciera primero, nadie en el resto del santuario debía saber de su relación con Alena; excepto DM y Afrodita que lo descubrieron por su cuenta, pero aseguraron no decir nada, finalmente su vida no era de su incumbencia y no les importaba, solo le advirtieron tener cuidado con lo que hiciera o podría afectar a todo el santuario.
"Está bien, confío en Aioria".
Eran las palabras que Milo siempre escuchaba de Shaka cada vez que pasaba por su templo y tenía que disculparse en su nombre, diciéndole que estaba cansado del trabajo y vendría después... pero gracias a Mu que afortunadamente ahora iba todos los días a visitar a Shaka, sabía que Aioria jamás iba después.
No necesito peguntárselo, él mismo se había dado cuenta que Shaka si sentía algo por Aioria, que esperaba su visita todos los días y deseaba que estuviera bien... Milo creía que eso era puramente amor... aunque Shaka solo dijera que era natural preocuparse por un amigo que has conocido toda tu vida; a los demás también los conocía desde niños y se preocupaba por todos por igual... pero no había nadie por el que esos ojos azules, anhelaran ver tanto como Aioria... Y él... bueno; Milo ya no sabía que pensar de su amigo, al principio había pensado que solo era un capricho que ahora parecía una obsesión... pero sobre todo lo que no entendía era ese afán de Aioria de esconderse como si Shaka le hubiera ofendido de alguna manera, o como... si estuviese engañando a Shaka. Aun cuando Aioria siempre negaba sentir algo por otra persona que no fuera Alena, nadie le quitaba de la cabeza a Milo que después de todos los años que llevan de conocerse, de pelear, de discutir, de apoyarse como caballeros dorados en todo momento y mucho menos olvidaba aquella batalla contra Hades donde Shaka despertó el Arayashiki y Aioria se sintió tan devastado como si le hubieran arrancado una parte de su alma y solo le quedara el instinto de pelear hasta morir... ¡Maldita sea él sabía que Aioria debía sentir algo y lo estaba negando!... algo, simplemente... algo.
-Sí, si... sabes que, tienes razón.- Milo seguramente estallaría algún día. –Ve báñate una hora o dos, haz lo que quieras, realmente apestas...-
-¡Hey!...- Aioria iba a preguntarle porque tenía esos arranques de mal humor, pero Milo se alejaba tan rápido que no lo escucharía. Por un momento su mirada se dirigió a Virgo y sintió el deseo de correr y alcanzar a Milo, pero de inmediato se arrepintió y regreso rápidamente al interior de su casa. –No, ahora no... iré más tarde...-
Por su parte, Milo había llegado a la entrada de Virgo, sitiándose cansado, enfadado, frustrado y un maldito miserable, pero ¿por qué? si ni siquiera era su culpa y no era él quien hacia las cosas mal... pero justo así se sentía cada vez que tenía que dar la misma disculpa para excusar a Aioria.
-Bien, bien, aquí vamos...-
-¡¡Bienvenido!!- Saltan frente a él casi haciéndolo irse de espaldas.
-¡¡Aaaagh maldición!!! Son ustedes, Kiki, mocosa... por poco me matan de un susto.-
-¡Shoko!, mi nombre es Shoooooko.- Lo mira cruzándose de brazos, nunca dejaba de decirle así.
-Mooocoooosa jaja ¿lo dije bien?.- Y Milo no perdía la oportunidad de molestarla.
-No, no lo dijo bien, ¿Por qué a Kiki si le dice por su nombre y a mí no?-
-Mmmm esa es una buena pregunta, creo algún día te lo diré...- Le revuelve el cabello.
-¡Oiga no!-
-Maestro Milo que bueno que llega.- Le saluda Kiki y Milo le corresponde con un choque de manos y despeinándolo también.
-Jaja sigues diciéndome así pero en realidad no te he enseñado nada últimamente.-
-Claro que sí, me enseño a "dar los cinco".-
-Jajaja, eso es solo un saludo, debería ser algo más productivo.-
-A mí me gusta más saludar así.-
-Ay no digas eso que si Mu se entera me mata.-
-No te preocupes, ya lo sé...- Mu se asoma sonriente, no parece molesto al respecto. –Mientras no le enseñes a fumar o a beber no me molesta como salude, aunque deberías haber visto la cara de Saga y Kanon cuando Kiki les dio "los cinco".-
-Mu jaja buenas, no ¿cómo se te ocurre?, yo jamás haría eso, pero ¿qué te trae por aquí?.-
-¿De qué hablas?, yo vivo aquí.- Lo mira seriamente.
-¿Qué?.- Y a Milo casi se le detiene el corazón un instante.
-Jaja, es broma, es broma.- Aunque en el fondo Mu pensaba en que esperaba que eso ocurriera de verdad algún día. –Solo de vista ya sabes.-
-Y nosotros, somos la compañía extra.- Agrega Kiki.
-Si claro, apuesto a que ustedes dos solo vienen por la comida gratis.- Milo los señala acusadoramente.
-¡Ay claro que no!.- Dice Shoko.
-¡Ay claro que sí!.- Grita Kiki sin pena alguna.
-Kiki, eso es algo descortés de tu parte.- Le señala Mu.
-Pero maestro Mu, lo que digo es verdad, a todos nos gusta como cocina el maestro Shaka.-
-Te lo gradezco Kiki, eso es halagador.- Y finalmente Shaka ha salido para unirse a darle la bienvenida a Milo.
-Shaka... buenas... buen día.- Y ahí estaba de nuevo Milo con ese sentimiento de culpa. -¿Qué tal?... ¿cómo va todo?.- ¿Por qué hacia esas preguntas?, era un idiota.
-Estoy bien gracias Milo.- Le sonríe y por un instante Shaka mira hacia tras de Milo como si esperara a ver llegar a "alguien más", pero de inmediato vuelve su atención a él. -¿Fue una noche de trabajo difícil?-
-Ehm algo, un poco...- Todo estaba bien mientras no le preguntara detalles sobre Aioria. –Más o menos.- Ok sin duda era un maldito miserable hijo de...
-Supongo estarás cansado entonces, así que... ¿te gustaría comer algo antes de continuar tu camino?.-
-¿Qué?...- Pestañea sorprendido. -¿Yo?- Se rasca la cabeza nervioso. -¿están seguros que no somos demasiados?.-
-Por supuesto que no Milo, será un gusto que nos acompañes.-Le dice Mu animándolo a entrar. La verdad su presencia no le molestaba en lo más mínimo y siempre alegraba el ambiente cuando jugaba y molestaba a Shoko y a Kiki y todos acababan riendo al final.-
-Si quédese maestro Milo, el día de hoy mi maestro Mu trajo el desayuno, comida tibetana, ¡le encantara!.-
-Pues nunca la he probado.-
-Yo tampoco la he probado y tengo muchas ganas.- Shoko estaba emocionada. –En todo este mes he podido probar comida de diferentes países y toda es ¡deliciosa!, justo ayer comimos con el señor Shura y ahhh la comida española es magnífica... señor Milo ¿usted sabe cocinar?.-
-Claro... si hervir agua cuenta como cocinar, el esto de lo que haga es casi mortal... o eso dice Camus.-
-Ahh ya veo, no se preocupe, si es así entonces yo le cocinare comida japonesa.-
-Vaya ¿tu si sabes cocinar enana?- Milo la observa intrigado.
-No, soy un asco, pero mi padre se lo come de todos modos.-
-Ugh, sabes... creo que lo pensare entonces...-
Sin duda, la relación de Milo y Shoko ya había mejorado en ese mes, se seguían molestando y gritando mutuamente, pero Milo ya era más abierto a convivir con la joven saintia, le animaba en los días como este que habían iniciado mal; y Shoko había logrado perderle el miedo... y casi el respeto... lo veía ahora como un buen amigo en el que confiar.
-Bueno, bueno a sido un gran bienvenida pero la comida se enfriara, Kiki, Shoko vayan a poner un lugar más en la mesa.- Les indica Mu.
-¡Si maestro!- Gritan los dos al mismo tiempo antes de correr al interior de la casa de virgo.
-Vamos Milo, pasa o se enfriara la carne de yak.- Le dice Mu.
-Cla... espera ¿Qué?... ¿eso se come?.- Le era inevitable poner cara de pánico solo de imaginarse al pobre animal en la mesa.
-Ja claro que si, considéralo una "aventura gastronómica".- Mu se da la vuelta para entrar a la casa pero nota que Shaka está distraído... distante como a estado últimamente mirando hacia Leo. –Shaka...-
Y Milo también se había dado cuenta... si se sentía doblemente un miserable.
-Shaka.- Le insiste nuevamente.
-¿Ah?, lo siento Mu, estaba distraído.- Le sonríe a modo de disculpa. -¿Pasa algo?.-
-Entraremos a casa, ¿nos acompañas?.-
La voz de Mu siempre se mantenía tranquila y amable con Shaka, intentaba ser compresivo y paciente... pero apretaba los puños con fuerza, porque sabía que el causante era Aioria; Mu no sabía el motivo por el cual de un momento a otro se había alejado de Shaka, y la verdad poco le importaba, porque estaba dispuesto a quedarse con Shaka y hacerlo olvidar cualquier rastro de dolor y tristeza causada por Aioria, sin importar el tiempo que fuera necesario... esperaría.
-Claro solo, dame unos minutos.- Y vuelve a mirar a la misma dirección.
-Pero Sha...-
-Hey Mu.- Milo lo interrumpe. -¿podrías darme unos minutos a mi también?.- Mira de reojo a Shaka dándole a entender que quiere hablar con él a solas. –No tardo, en serio.-
-De acuerdo...- Le daría la oportunidad, y sin más opción Mu se adelanta entrado a la casa dejándolos solos.
Bien ahora ¿Qué decir?, ¿Qué hacer?, ¿por dónde empezar?... estaba tan nervioso de no cometer una tontería que no tenía idea.
-Milo...- Pero finalmente había sido Shaka el primero en romper el silencio. -¿Crees que he hecho algo incorrecto?.-
-¿Qué?, no claro que no, ¿Por qué preguntas eso?.- Era lógico porque lo hacía, pero le intrigaba ¿Cómo alguien como Shaka podría sentir culpa y creer haber hecho algo mal?.
-No lo sé, solo supongo.- Sonríe sin muchas ganas. –Ser un humano, es muy extraño todavía.-
-Espera, espera... no lo digas como si fueras un ente extraño o algo así, tú siempre has sido humano como nosotros.-
-Jeje lo sé, es solo que... nunca fui educado como un humano normal, sino como un Buda para escuchar, entender y guiar por el camino del dharma según mis creencias budistas y luego las del santuario como un santo de Athena pero... dejo de pensar que si yo tenía el estado de la iluminación se supone que yo no debería estar vivo si el ciclo de mi existencia había terminado...-
-¿Qué?...-
"no debería estar vivo"
Son las únicas palabras que resuenan en la mente de Milo.
-Pero si estoy aquí es porque... ¿se supone que hay algo más que debo encontrar?, ¿una verdad?, ¿un conocimiento?, o quizás... ¿tengo una misión?, y cuando la termine ¿finalmente desapareceré?-
-¡No!,¡Shaka basta!...- Lo toma de los hombros y lo gira bruscamente hacia él sin soltarlo. -¿Qué locuras estás diciendo?... ¿no existir?, ¿desaparecer?- De algún modo le aterraban sus palabras.
-Ah... Milo espera, no son tonterías, lo que te digo es verdad, después de tantas guerras cualquiera creería que la misión de su existencia está cumplida ¿no es así?, pero si estoy aquí, es que hay un vacio, algo pasa que...-
-¡No, Shaka escúchame!.- Milo le interrumpe sin soltarlo, apretándolo de los hombros con fuerza. –Yo no entiendo tus creencias, ni del ciclo del que hablas... lo único que entiendo es que estas pensado en que no deberías vivir, y eso... eso no lo permitiré, yo quiero que estés aquí, todos te queremos aquí.- Lo duda, las palabas se le atoran en un nudo en la garganta pero finalmente logra hacerlas salir, aunque sea apenas como un murmullo. –Aioria también te necesita.-
-Aioria...- Y con solo repetir su nombre, Shaka pareciera salir unos instantes de su estado de pesar y confusión.
-Si... hasta él... por más idiota que pueda ser a veces, tú sabes que él no te desearía ningún mal.-
-Volver al nirvana no es ningún mal...- Intenta explicarle pero Milo no quiere escucharle.
-Shaka perdóname, pero no quiero oír nada de eso... no aceptare nada que implique perder a mis amigos otra vez.- Y finalmente lo suelta e intenta ablandar su mirada, aunque no deja de preocuparle. -¿Tan malo es ser un simple humano?, ¿por qué sigues pensando como un santo de Athena?.-
-Uhmm.- Shaka se encoge de hombros. –Es algo que no puedo evitar, si es la única vida que conozco.- Suspira. –Milo desde que volvimos a la vida, ¿nunca te has sentido como si no pertenecieras al mundo?... ¿no sientes la necesidad de tener tu cosmos otra vez y llenar una parte dentro de ti que esta pérdida?.-
-Ah bueno yo... si... al principio.- Suspira. –Si muchas veces... esa energía tan única del cosmos, ¿Cómo olvidarla?, jamás podría, pero en todo este tiempo no he presentado alguna señal de aun poseerlo a diferencia de Kanon y Saga que lo tienen intacto, o como Mu y Camus que lo han recuperado lentamente y se han empeñado en ello.-
-¿No lo haz intentado?.- Shaka ahora lo mira curioso.
-Algunas veces, pero luego pienso que quizás no tiene caso, y Camus dice que mejor lo olvide.- inhala profundamente mirando al cielo. –Y lo admito, soy algo vago al respecto o me ocupo en otras cosas.-
-Cosas como ¿tu trabajo?-
-Ahmm si, más o menos... es solo que afuera hay tantas cosas, el mundo es enorme, ¿no te gustaría conocerlo?.-
-Uhmm.- Shaka sonríe. –Aioria también me lo ha preguntado.-
-Vaya ¿en serio?.- Milo levanta la ceja intrigado y a la vez incomodo, Aioria, precisamente el tema que intentaba evitar; no quería decir algo que expusiera el secreto de su amigo solo por estar molesto con él.
-Si... y también me ha dicho que dejara de preocuparme y de pensar tanto todo el tiempo... porque si estamos vivos entonces tenemos que hacer eso, vivir y nada más.-
-Vaya, quien creería que diría algo tan inteligente.- Acerca su mano y la pone sobre el hombro de Shaka para que lo mire. –Creo que deberías hacerle caso en eso.-
-Lo seguiré intentando.- Sonríe –Lo prometo.-
-Sabes... creo que si tuviera oportunidad, o un motivo lo suficientemente grande... si me gustaría volver ser un caballero de Athena.-
-¿En serio?.- Shaka lo mira e incluso feliz de no sentirse solo con la idea de volver a ser santos.
-Si... quizás solo deba encontrar una buena razón para mí como para hacerlo.- Y sin más, Milo le pone una mano en la cabeza y le despeina la cabellera rubia tal y como hace con Shoko y Kiki. –Ahora... antes de entrar ¿podemos hablar acerca del yak?-
-¿Uhmm?.- Pestañea curioso.
-No entrare y veré un yak completo sobre la mesa ¿verdad?.-
-Jaja, no claro que no, Mu solo trajo una olla porque a Kiki le encanta y Shoko quería probarla.-
-Menos mal, nunca he comido ese tipo de carne.-
-Yo tampoco...-
-¿Qué?, ¿en serio?...- No podía creerlo.
-Milo, soy vegetariano...- Lo mira inocentemente.
-¡¿Qué?! Rayos Shaka, creo que debemos conocernos más... tantos años viviendo aquí y jamás me había dado cuenta.-
-Jaja, no importa, no es algo tan relevante.-
-No, no, nada de eso, no me parece justo, creo que deberíamos conocernos más y hablar de lo que sea, a fin de cuentas, ahora tiempo es lo que nos sobra ¿no?-
-Uhm, tienes razón Milo... siempre que quieras hablar... serás bienvenido.-